Las casas son absolutos lienzos en blanco. Cualquier detalle, objeto o color que introduzcas creará una versión completamente nueva de sí misma. Por eso, a los que nos gusta la decoración, tenemos que estar cambiando constantemente las cosas de sitio. Eso de repintar, mover muebles, descubrir una nueva pieza que queremos a toda costa, librarnos…