De las casas del siglo XIX adoro sus hermosos ventanales, sus incombustibles suelos de madera y sus altos techos, a veces salpicados de centenarias vigas y en menor medida, de columnas exquisitas. Lamentablemente, no siempre es posible conservar o restaurar estas joyas por lo que toca tomar decisiones. ¿Me invento unas nuevas o simplemente las…