Quizás porque sufrí el feísmo de los pisos de estudiantes en tiempos pre-Ikea y pre-DIY, me quedo pegada a cualquier reforma que, con cuatro cositas, actualiza y mejora un piso de alquiler. ¡Cuánto hubiera dado en mi fase universitaria por vivir en un piso que no luciese muebles del pleistoceno ni fardase de cucarachas (!!!!)!.…