¿Cuántas veces has visto un repartidor de flores en la puerta de tu oficina (o del portal) y has deseado –cual adolescente enamorado– ser el afortunado de tamaño regalazo? Nadie se libra de esta sensación, que todavía puede subir más puntos si el ramo de flores en cuestión deja bocas abiertas. Te ayudamos con eso …