Si estás pensando en reformar una casa de pueblo, hay 5 claves que debes tener en cuenta. Dröm Living las aplicó en una segunda residencia y el resultado fue absolutamente espectacular. Tanto que ahora no sé si llamarla segunda o primera.
Por fin SOL! Y vaya si se ha notado, porque mis vecinos no han parado de cortar setos y césped. Angustiada me han dejado al pensar que tendré que pasar por lo mismo esta semana. Claro, que igual de rápido que llegó ese pensamiento se fue cuando me vi sentada en un vergel, tomando mi vermut y luciendo una pamela de esas de la jet con mi George Cloo…Orwell (perdón) entre manos …
Tamaña imagen es incuestionable cuando llega esta época del año – y no me refiero al cortasetos sino al vergel, vermut y pamela. Así que si no estás cerca de experimentar esta sensación te recomiendo seguir los siguientes pasos:
- acude a una inmobiliaria a buscar segunda residencia o simplemente deja que te adopten en un pueblo
- inspírate con la casa que ha reformado Dröm Living, tan espectacular que ahora es difícil saber si es primera o segunda residencia
- planifica la rehabilitación con los 5 puntos claves que te damos, porque en estos casos, nadie que se precie compra una casita de fin de semana lista para entrar a vivir …
01 | abre ventanales de suelo a techo
La luz, aparte de ser un fantástico antidepresivo, es básica para crear ambientes agradables y amplios. Por eso unos grandes ventanales – con mínima perfilería- son básicos para que te llenes de energía, de yang y de unas vistas de infarto si tienes la suerte de contar con ellas. ¿Que tu casa es de pueblo y solo tienes un corral? Ese corral podría convertirse en un magnífico patio como el que viste en una casa cosmopolita y moderna en el pueblo. Plantéate entonces, trasladar a esa zona el salón y las zonas comunes.

02 | tira tabiques innecesarios
Al fin y al cabo, una segunda vivienda es para reunir amigos, familiares, compartir momentos … y para eso no hay nada mejor que disfrutar de grandes espacios comunes bien comunicados – y muchas camas, que no habitaciones. Sé que tener una cocina abierta está en el centro de los debates. Hay tantos detractores como apasionados del tema. Yo soy de las últimas, tal vez porque cocinar a la vista de todos puede ser algo muy divertido e inclusivo, y los olores suelen ser más una bendición que lo contrario – mmmm … ya huelo el pan recién horneado. Freír es la única tarea que no querrás hacer, pero como además no es saludable, eso que ganarás. ¿No convencido? pues al menos copia una puerta como la de abajo – espectacular con su estilo granero.

03 | rústico o contemporáneo
No hay por qué elegir. De hecho, tengo debilidad por la mezcla que se ha hecho en esta vivienda: inspiración nórdica salpicada de detalles rústicos. No por vivir en el campo has de decorar como si vivieses en un granero, ni por vivir al lado del mar has de llenar la casa de barquitos y rayas. Las reminiscencias están bien, pero lo primero es sentirse como-en-casa. Para ello nada mejor que dejar que tu estilo más personal se vea reflejado en tu segunda vivienda.

04 | recupera o cambia radicalmente
Y es que no necesariamente quieres recuperar todo lo viejo que encuentres a tu paso. A veces lo viejo no es sinónimo de antiguo, solo de desgastado, sin mayor valor ni historia que contar. Es algo que debes valorar, y si decides que ese elemento ha de quedarse – ya sean vigas o mobiliario – tendrás que evaluar si merece la pena restaurarlo o tunearlo para que su estilo pueda encajar en un ambiente más elegante y actual.




05 | un presupuesto contenido
¿Eres de los que retrasa la rehabilitación porque los fondos no llegan para todo? Ve por partes. Lo primero es lo primero. Reforma inicialmente la estructura de la casa e invierte bien en ella – carpintería, tuberías, tabiques, suelos – y deja para más adelante la decoración de tus sueños. Combinar una buena estructura con muebles de Ikea o DIY es como lucir la camiseta de Zara con el bolso de Prada. Resultará perfecto!
Además, con el tiempo siempre podrás mejorar los muebles. O al menos eso dice la teoría, ya que yo compré una de esas mesas de Ikea para salir del paso hace 15 años, y ahí sigue.

¿Y tú? ya tienes casa en el pueblo? o eres demasiado cosmopolita para convivir con las abejas? Cuéntanoslo!! 😉
Argggg! ya sabes que yo si tengo casa en el pueblo pero pertenezco al número 5 de presupuesto contenido (bueno más que contenido, no hay presupuesto). Tengo claro que si algún día reformo, como dices tú la estructura es lo más importante (ventanas, tuberías, suelos,… ese tipo de cosas).
Ah! ya estás tardando con el seto, a podar 🙂
Lo de tu casa de pueblo … síiiii, y me encantaría verla. Así que un par de foticos estarían más que bien, eh? pq de momento solo imagino suelos de terrazo, jajajja
Lo del seto .. si es que no tengo remedio. Lo podaré en agosto, ya verás. Ahora, tengo un rosal trepador -una maravilla- que crece a juego con el seto y con los dientes de los vecinos ?
Hola Carmen, menuda casa de campo. Eso es un palacio.
Yo quiero enseñarte un poco mi casita de campo. Menos lujosa que la que has enseñado pero hecha con mucho cariño. Es una gozada estar en cada rincón porque es muy cómoda y original. UN BESO
http://loftandtable.com/rincones-neo-rusticos-en-una-casa-en-el-campo/
Ufff… te me habías ido al spam – menos mal que te encontré y te rescaté! Ahora ya eres legal jejeje
Paula, me encanta tu casita de campo, y en especial los detalles: las vigas, la puerta, ese armario blanco que supongo que habrás pintado tú, la chimenea, los detalles en rojo… qué gustazo debe dar pasar allí los fines de semana … Muchísimas gracias por compartirlo en decor&links. Estaré deseando ver una mesa «de las que tú sabes poner» en ese entorno;-))
Besos