Bancos para el recibidor: todo un acierto

Las primeras impresiones cuentan. ¡Vaya que sí! Por eso, la primera pieza que ves al entrar en una casa lo dice todo de sus habitantes. Pero no es fácil expresar tanto en tan poco espacio y más cuando, en la mayoría de las ocasiones, la pieza en cuestión no luce como debería, ya que la ves ¡de perfil!

Así que inspirándonos en el banco que lucía uno de los pasillos de nuestra casa francesa de la semana pasada, hemos hecho una pequeña selección de bancos para el recibidor que, sin duda, te pondrán los dientes largos.

Y si te portas bien, la semana que viene, te traeremos un «shop the look» de lo que hoy verás por aquí 😁

Mix de culturas

En un espacio ajustado, sé minimalista en cantidad, no en calidad. Un banco interesante —este es una antigüedad china— coronado por una obra de arte contemporáneo como la de Christopher Wool (siempre puedes sustituirlo por un póster) formarán un trío sexy con una alfombra artesanal mexicana, ¿o no?

Una pared protagonista

Y no necesariamente por colgar obras de arte o usar láminas para crear uno de esos murales que tanto se estilan ahora. Si quieres dar protagonismo a una pared en el hall, prueba a usar un mural de papel pintado pero con tintes artísticos. Dará el pego y a ti no te hará falta agarrar los pinceles —un verdadero alivio ¿verdad?—. Compleméntalo con un banco estilo industrial y poco más. El papel lo dirá todo.

Masculino parece …

… principalmente por su acabado en cuero y patas metálicas negras. Aunque realmente esa piel solo le da el toque chic necesario para caldear una entrada que de otra forma resultaría fría e insulsa. Los detalles —láminas en blanco y negro, plantas y el perchero ¡claro!— solo pueden indicar que la base que subyace es escandinava.

Estilo natural

Sencillo, sin pretensiones, este banco de líneas rectas y color meloso —con algodón como arreglo floral y sombreros como arreglo artístico—, crean una base cuidada, con un halo femenino y romántico. Sí, ese que tan bien nos sienta.

África en esencia

Lo tribal siempre ha tenido su tirón. Y como puedes ver, con 4 elementos lo tienes. ¿La clave? Un banco lo más rústico posible, de los que se hacían a mano en pueblos, con maderas bien gastadas y sin pulir, una fotografía que nos recuerde el continente africano, una manta o cojín de pelo (¡permiso concedido a uno falso!) y por supuesto algún que otro detalle tribal.

Sofisticación calculada

Si sabes matemáticas, también sabrás que cuatro espejos amplían más que uno. Por eso mismo, si dispones de pared y altura, elige crear una composición con varios espejos de modo que parezcan una solo pieza. ¿El puntazo aquí? Lo ponen las lámparas, que son auténticas esculturas y, como no, el subidón elitista que aporta el dorado.

En versión DIY

Agarra lo que tengas por casa y crea tu propia composición. Esta tiene un toque industrial gracias a la lámpara, pero también tiene su toque vintage por la pizarra (que además es superpráctica para dejar los mensajes que quieras a quien quieras o simplemente para decirte a ti mismo cosas bonitas cada día)

Como ves la base del banco la forman una banqueta negra en un extremo y la típica caja de frutas de madera en el otro. ¿El tablón? Cualquiera de esos que encuentras en los andamios de obras, pues ya están lo suficientemente envejecidos como para dar el toque shabby.

 ¿Cómo lo ves? ¿Tienes uno? ¿Estilo?  .. danos tu opinión en comentarios. Serán muy bienvenidos.