No todas las tendencias son efímeras. Las hay que perduran en el tiempo porque son sencillamente bonitas y funcionales. Es lo que les ocurre a las humildes taquillas metálicas, que ofrecen buenas opciones de almacenaje además de aportarnos ese look de loft neoyorquino que tanto nos gusta —demasiado Hollywood en nuestras retinas, ¿no crees?—.


En su momento, les abrimos las puertas cuando estaban en condiciones lamentables (o sea, vintage sublime para algunos de nosotros). Ahora, seguimos enamorados de ellas, aunque ya no exigimos que sean piezas desahuciadas de gimnasios y oficinas para sentirnos en la gran Manzana. Hemos cambiado el vintage por las recién salidas de fábrica, del tipo que puedes encontrar en empresas especialistas como Marma Taquillas Metálicas. ¿Por qué? Pues porque tal y como dije al principio son bonitas y son funcionales, y además, tienen precios más que adorables —a estas sí las puedes catalogar como las 3B’s—.


Son una excelente opción para almacenar desde ropa hasta enseres propios de la cocina o del baño. Su fondo habitual de 50cm (o inferior) te permite acceder fácilmente a todo lo que allí se almacena. Al comprarlas nuevas, puedes configurarlas como mejor gustes: si sumas módulos, puedes crear un armario de considerables dimensiones. O al contrario. Gracias a su formato larguirucho, puedes encajarla en ese hueco donde nada encaja. Decide también si prefieres puertas —y cuántas— o si prefieres cajones, estantes o puertos USB. ¡Customización al poder!



Aunque te parezca mentira, uno de los sitios perfectos para colocar una taquilla metálica es en la habitación de tus hijos. Adoran estos chismes. Sin ir más lejos, te diré que lo primero que me preguntó mi hija al saber que estudiaría el próximo curso en Canadá es si tendría su propia taquilla en su instituto de adopción —sí, me temo que también ellos han visto demasiadas pelis …—.
Son perfectas para almacenar la ropa doblada (o colgada, si todavía son pequeños), aunque obviamente, parece que almacenar libros y material escolar es lo más adecuado —si buscas en Pinterest ‹locker decor ideas› fliparás con la de estilismos que puede soportar una taquilla escolar—.



Lo más habitual es optar por taquillas blancas o grises, pero parece que el color va haciéndose un hueco. Si te gustan los colores fuertes y primarios —muy interesante para las habitaciones infantiles— las encontrarás fácilmente en tiendas especializadas como la que te mencioné antes. Pero siempre puedes optar por hacerlo tú mismo si ya dispones de una taquilla. Es fácil, es barato y cuando te aburras de ella, puedes cambiar de nuevo y obtener una pieza completamente distinta. Si los colores fuertes son un gran paso para ti, opta por los pasteles. Siempre funcionan.



Y claro, depende de donde coloques la taquilla, recuerda que nada desbanca al negro, pues siempre es elegante y perfecto. Black is always the new black.

Y a ti, ¿te gusta el estilo que aportan las taquillas metálicas? ¿Tienes alguna por casa? o ¿hemos conseguido que te intereses por ellas con este artículo? Queremos saberlo … así que esperamos tus comentarios 😉
Son chulísimas Carmen, a mí siempre me han gustado, más es cierto que en su versión más vintage, pero la idea de taquillas nuevas me encanta también.
Besos
Ay maja, eso es porque ya sean nuevas, pintadas o herrumbrosas tienen ese je-ne-sais-quoi tan encantador … Besitos corazón!!
Están muy chulas las taquillas nuevas pero ¡¡donde estén las vintage!!
Buen fnde
jajaja … y tienes tooooda la razón, porque a mí me parecen soberbias. Pero oye, mejor que nada, las nuevas como dices también son majas. Besitos y que paséis un gran viernes!!