7 formas curiosas de integrar el papel pintado en el espacio

A estas alturas de la película ya nadie duda que el papel pintado forma parte de nuestras vidas. Atrás quedó ese minimalismo exacerbado de los 90, donde todas las paredes eran blancas y punto —bueno, probablemente con algo de gotelé—. El revival del papel psicodélico de los años 70, con sus estridentes colores y geometrías, ha sido el revulsivo para que este se instale con comodidad en nuestras casas.

Sin embargo, hay dos innovaciones que han llevado al papel pintado a cotas inimaginables este siglo. La primera es la digitalización de las imágenes, que ha permitido la creación de papeles murales capaces de replicar texturas y paisajes con unos efectos visuales sorprendentes. La segunda es la expansión del papel vinilo, recubierto generalmente por una capa de PVC que garantiza su limpieza y durabilidad. Características perfectas para baños y cocinas, con la ventaja añadida de poder renovar estos espacios sin obras y a precios más que convenientes.

Aunque los expertos siempre hablan de tendencias —de si ahora suben las flores mega grandes y bajan los círculos extra pequeños— la realidad es que se lleva tooodo. Y se lleva tanto que, a falta de paredes, estamos empezando a empapelar los techos.  Por eso, si te estás quedando sin sitio para empapelar, prueba a ‹extenderlo› más allá de las paredes. ¿Cómo? Iniciando un diálogo entre el papel elegido y el espacio a su alrededor …

01 | aplica una tercera dimensión

Y no me refiero al papel con relieve. Hablo de elementos decorativos que hacen que la historia que nos cuenta el papel pintado cobre sentido.

Bajo estas líneas, por ejemplo, puedes ver unos adorables pececitos nadando en un baño, lo cual ya es bastante sugerente para un espacio así. Sin embargo, no estaría en mi top ten si no fuese por la introducción de ese espejo imitando un ojo de buey. Ahora sí puedo sentir que estoy en un submarino disfrutando del fondo del mar. Algo parecido a lo que sucede en la segunda imagen, donde —quiero imaginar— alguien ha roto una rama al pasar y las golondrinas han salido despavoridas. Queda claro que mi imaginación no tiene límites 😂

Este tercer caso es para nota, ya que es difícil de discernir a simple vista cuáles de estos cajones son falsos y cuáles verdaderos. Por eso —y porque yo misma he tenido que ver para creer— te he dejado debajo otra fotografía con el papel pintado tal cual se vende. ¡Alucina!

02 | busca alto contraste

No siempre el objeto decorativo continúa la misma idea que el papel pintado. Usar un elemento que sea justo lo opuesto, también funciona para enfatizar esa idea. Aquí, por ejemplo, el espejo redondo subraya aún más las formas angulosas del papel pintado y el bajolavabo.

03 | imita texturas

La verdad, seguro que tu madre ya te advirtió de no fiarte de las apariencias. Yo solo puedo reafirmarla. Como dije al principio, el culpable es la digitalización de las imágenes y su reproducción sobre papel pintado que nos permite ‹sentir› —a través de los ojos— texturas inexistentes . Y lo mejor, a un coste en tiempo y dinero más que asequible (ni obras, ni materiales costosos).

Sin embargo —y a pesar de que puedes colocar nubes de algodón allá donde más te guste—,  tiene mucho sentido elegir una textura que de verdad encaje en ese contexto. En este baño, por ejemplo, a nadie le extraña ver una pared de metal porque todos los elementos a su alrededor así lo sugieren. El engaño, pues, está servido.

04 | añade profundidad

¿Quién no desearía ducharse disfrutando de una frescas vistas a un jardín tropical? Todo esto es posible gracias a los murales, generalmente customizados y adaptados a las medidas de la pared donde se van a colocar. Bueno, y en este caso concreto de la ducha, también a la tecnología. Se trata de un revestimiento Wet System, patentado por Wall&Decò, que no es solo resistente al agua sino también impermeabilizante.

El objetivo del mural es impactar, por lo que debes usarlo en una sola pared. E impactará más si escoges una imagen que pudiese ser real en una realidad paralela —vamos, que podría ser verdad que en algún momento de tu vida tuvieses un baño con vistas a un jardín así, pero si pones un dónut gigante, como que no—.

05 | coordina con textiles

No es lo más habitual, pues esa obsesión ochentera de coordinar estampados la hemos sustituido por la obsesión de cumplir la regla del 60-30-10. Claro, que si quieres recuperarla puedes darle un twist, como en este caso, para que no huela a naftalina. Conseguirás un efecto armonioso e integrador al replicar los motivos del papel pintado en los cojines y cabecero.

06 | déjate influir por el exterior

Es lo que ha pasado en este cuarto de lavado, donde el exterior ha inspirado la elección del papel. Las mil rayas, que siempre han sido y serán un must, crean un juego visual con el edificio enfrente, además de contribuir a la sensación de orden y frescura que se requiere de un espacio así.

07 | totum revolutum

El maximalismo en estado puro. Algo que se avecina a juzgar por las repetidas ediciones de Casa Decor. En este caso, se trata de su versión americana, Kips Bay Decorator, donde la diseñadora Sasha Bikoff ha recreado su particular movimiento Menphis en esta escalera. Alfombras, pinturas y papel pintado se han fusionado en un solo ente. Ay, si Agatha Ruiz de la Prada lo viese …

¿Cómo lo ves? ¿Te animas a buscar elementos que conecten tu papel con tus muebles y objetos?