Hay que ver la poca importancia que damos al comedor. Una mesa, unas sillas, un aparador (si acaso) y ¡tema resuelto!. Se nos olvida que ese mobiliario básico no garantiza que el comedor destile personalidad—por muy buen diseño que tenga y ni aunque haya costado un ojo de la cara—. Eso se gana de otra manera.
Por eso, hoy en decoralinks, te mostramos 10 ideas, todas con algún elemento que roba las miradas y centraliza el protagonismo. Hablamos de una lámpara, un mueble descontextualizado o un material. Cualquier pequeña sorpresa es válida siempre que no sacrifiques la comodidad.
En espacios reducidos
A veces menospreciamos el valor de 120cm (el espacio que se recomienda dejar libre entre mesa y pared) y que podría servirnos para circular con más holgura cuando el comedor está en una zona de paso. Además, como supongo que formas parte del 76% de los hogares compuesto por 3 miembros o menos, ni tendrás que mover la mesa hasta que hagas de anfitrión.
Pero aquí es la curva quien se lleva las miradas. Un detalle que apreciarán los afligidos padres con pequeñajos intrépidos —también los que se sienten irremediablemente atraídos por las esquinas—. Y sí, vale, admito que su color rosa empolvado es una delicia para bajar el estrés.
Impacta con el color
Siguiendo con la idea de ahorrar espacio, una mesa redonda siempre es una buena solución. Son tan flexibles que aquí fijo que podrás aplicar el dicho de «donde comen 4, comen 6». Y es que en una mesa redonda, los 60 cm que necesita un comensal para sentarse cómodo se reducen —excepto si colocas sillas con brazos. En ese caso, suma 10cm más—.
El impacto llega del toque flúor irreverente de la mesa, aumentado al cubo por ser una pieza clásica.
Todo muy natural
A pesar de que las sillas de fibra parecían relegadas al exterior, últimamente no dejamos de verlas dentro de casa —algo que a mí no me sorprende, pues mi madre ya las introdujo en la decoración de su comedor en los años 70/80. ¡Pedazo de precursora!—.
El revival que vivimos de vuelta a la artesanía tiene mucho que ver en ello. Eso sí, los diseños actuales son de líneas sencillas y contemporáneas, que mezclados con madera natural, crean looks muy nórdicos y cálidos.
Un detalle: estarás conmigo en que sin esa silla azul o el zócalo de la pared, el mix de sillas no sería suficiente para crear un espacio con tanto interés ¿verdad?
Envuelto en madera
Si te gusta la naturalidad de los neutros pero quieres evitar a toda costa que el espacio pudiera resultar minimalista o tal vez algo frío, tienes la opción de usar más madera de lo habitual. Prueba con un panelado completo como el de la foto. Y no solo en techos, sino también en las paredes.
El truco para que no resulte agobiante es jugar con tonos muy claros. Aquí, por ejemplo, la madera lacada en blanco de las paredes añade un plus de luminosidad.
Bombillas a la vista
Lo que pudo ser en un principio una necesidad, ahora es un must (para algunos, una plaga). El desarrollo de bombillas energéticamente eficientes y, a la vez, altamente decorativas ha favorecido las lámparas de creación propia, un recurso barato y flexible.
La que puedes ver en este comedor es obra de Nils Holger Moorman, un diseñador alemán. Es parte de los 50 proyectos que diversos profesionales muestran en el libro «Do it yourself» de Phaidon, y que por supuesto, como puedes suponer por su nombre, tú mismo puedes hacer —aunque personalmente no creo que esta lámpara necesite muchas instrucciones—.
Reciclando
Si las sillas Eames te repiten —a pesar de ser sublimes—, puedes pasearte por todos los brocantes y encontrar algún modelo que respire singularidad. Las que te mostramos proceden de un teatro y, aunque tengo mis dudas en cuanto a comodidad, no puedo negar que son absolutamente atípicas.
Pero si no te convencen, hay más. Presta atención a la lámpara que ilumina este comedor. Una joya industrial que por sí sola podría ser el elemento llamativo que necesitas.
Ese look oh là là!
Los elementos con solera siempre son una apuesta ganadora y más si tienen ese je-ne-sais-quoi francés. ¿Quien no desearía tener una vitrina de pared a pared para exponer y requeteexponer la vajilla o los cachivaches que más aprecias? ¿Y qué me dices de una mesa tan delicada como esta? Bien complementada con unas sillas midcentury y una lámpara industrial le darán el acabado actual.
Apúntate también el binomio madera/negro, un binomio cálido y sofisticado —en mi opinión, la vitrina no sería tan refinada si no fuese de este color. Si lo dudas, mira a continuación—.
Con puertas de derribo
En este caso, se han aprovechado unas puertas de derribo para crear un mueble contenedor donde almacenar la vajilla. Su look rústico se refuerza con la mesa, pero sobre todo con las sillas —esa misma mesa con unas sillas contemporáneas hubiera sido bien diferente—.
El protagonismo —y que hace que hablemos de un rústico-chic y no de uno a secas— recae en el color turquesa que baña algunas sillas y que sube su tono en las lámparas.
Diseño contemporáneo
Y para seguir mareándote con estilos contrapuestos, saltamos al más contemporáneo: una mesa de líneas rectas, lámparas de diseño y sillas que parecen prototipos de los asientos de un Ferrari —amarillas, para mayor impacto—. Algo que cualquier amante del buen diseño suscribiría.
Hasta ahí bien. Pero para crear el efecto wow en un espacio con un estilo tan unificado puedes hacer dos cosas. Elegir una pieza que impacte visualmente por su llamativo aspecto. O bien, optar por una que impacte por estar fuera de su contexto habitual. Y esta consola dorada, barroca y excesiva creo que cumple ambas premisas, ¿o no?
Al rico azulejo nórdico
A mí, este comedor ya me habría ganado por la genial combinación de sillas (muy de oficina) y mesa (muy de porche americano). O en su defecto, por la lámpara, que también tiene lo suyo.
Pero lo que claramente no esperaría encontrar es una chimenea revestida de azulejos —superpráctico por otro lado, si visualizas la salsa de tomate saltando del plato—. Y no lo digo porque no existan. Están, por ejemplo, las Kakelugns (típicas chimeneas suecas con forma de cilindro recubiertas de cerámica) O las chimeneas forradas con azulejo hidráulico ornamentado. Sin embargo, lo que me seduce y sorprende de esta en particular es la simpleza de su revestimiento. Tanto que se mimetiza con el resto de la pared, aportando, eso sí, un plus de textura.
¡Para que luego digan que todos los nórdicos son iguales!
¿Cómo lo ves tú? ¿Te verías a gusto en alguno de estos comedores?
Photo credits @colomboserboli | @theinnerinteriorista | @hubschinterior | Xtend-studio.com | @phaidonsnaps | @30smagazine | 7 y 8 @revista_nuevo_estilo | @adrussia | @vtwonen
El primero y el de la vitrina negra son mis favoritos, amor a primera vista. Qué gran post!
Besos
Muchas gracias, Cris! Me alegro que hayas encontrado el amor entre mis líneas jajajaj En serio, me encanta tu elección 😀
Besossss